Los problemas de salud y los accidentes de trabajo en los empleados provocan un periodo de incapacidad laboral, que comúnmente se conoce como baja laboral, lo cual conlleva una pérdida anual de 2.8 billones de dólares (Organización Internacional del Trabajo, 2013), sumando a ello que la incapacidad laboral afecta directamente al bienestar de las personas, agudizando sus problemas de salud y dificultando la reincorporación al trabajo.
Entre los trastornos mentales con alta prevalencia en la población laboral, tanto en el ámbito español como en el europeo, se encuentra la depresión (García-Herrera, Nogueras, Muñoz y Morales, 2011; Lagerveld, Blonk, Brenninkmeijer, Wijngaards-de & Schaufeli, 2012).
Actualmente la depresión viene a ser el problema de salud mental más prevalente en la población activa. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que para el 2020, la depresión será la primera causa de discapacidad en todo el mundo, únicamente superada por las enfermedades cardiovasculares (Villamarin y Castilla, 2013).
La depresión incluye un conjunto de síntomas como: la pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar, ánimo depresivo y el aumento de la fatigabilidad (CIE-10-OMS), los síntomas cognitivos de la depresión (dificultades de concentración, indecisión, falta de memoria) provocan un deterioro significativo en la realización del trabajo y la productividad (European Depression Association, 2013), afecta también el desempeño social y la calidad de vida de la persona que lo padecen.
La European Depression Association (2013) plantea una serie de recomendaciones para empleados y empleadores orientada a facilitar un entorno más saludable y más activo en la detección y abordaje de la depresión. Alguna de estas recomendaciones son las siguientes:
Para los empleadores:
- Un buen programa de inducción de nuevos empleados en la organización, puede aliviar el estrés generado por empezar un nuevo trabajo, para ello es recomendable: presentar al nuevo empleado a su(s) jefe(s) inmediatos, mostrarles las instalaciones, explicarles como ellos encajan en la empresa, explicar las políticas de la empresa, y proporcionar una orientación clara sobre el puesto a desempeñar y la carga de trabajo que implica.
- Los jefes o gerentes necesitan información y entrenamiento para asegurar que su gestión es coherente entre una gestión positiva de las personas y las políticas de la empresa; reunirse regularmente con el empleado, dar y recibir opiniones e identificar las primeras señales de estrés o depresión, son acciones importantes en su gestión; las habilidades de comunicación son clave para manejar situaciones difíciles y la emociones que generan, así mismo tratar con los problemas que surgen, con sensibilidad, de manera justa y rápida son esenciales.
- Un espíritu de equipo fuerte, puede ayudar a los empleados a tolerarse unos a otros en momentos de estrés, por ello es importante que los empleados tengan tiempo para conocerse entre ellos.
- Organizar y participar en ejercicios o actividades grupales (puede ser tan simple como la organización de la fiesta de Navidad).
- La promoción de la salud con un enfoque en el equilibrio de la vida laboral es un elemento importante en un lugar de trabajo saludable. Ello puede partir por llevar a cabo evaluaciones de riesgo de estrés en el personal.
- Asegurar que el personal tiene cargas de trabajo manejables y tomar descansos regulares y días festivos, haciendo ajustes razonables que lo permitan.
Para los empleados:
- Puede ser difícil, pero es importante que hable con su empleador si no se encuentra bien, ya que no se pueden entender de otra manera si su salud comienza a afectar su trabajo. Su empleador puede ser capaz de hacer cambios a su forma de trabajar que le ayuden a permanecer en el trabajo. Antes de hablar con su empleador tenga claro cuáles son las políticas sobre el deterioro de la salud mental y la discapacidad en su empresa, y considere la participación de otras personas por ejemplo, el personal de salud laboral o su representante sindical.
- Es importante que los profesionales de la salud respalden su permanencia en el trabajo; por ejemplo, discutiendo estrategias de trabajo con usted o programando citas fuera del horario de trabajo, también deben discutir el impacto de tomar o suspender la medicación en su capacidad para trabajar.
- El trabajo de “horario flexible”, por ejemplo: evitar comenzar temprano, trabajar desde casa o ser trabajador a medio tiempo, son alternativas que puede discutir con su empleador.
- Tener a alguien que pueda brindarle apoyo y ayuda en establecer prioridades, administrar su tiempo, o dotarlo de nuevas habilidades, podrían ayudarle a equilibrar la carga de trabajo y la salud mental.
- Reducir su estrés a través de pedirle a un colega que asuma algunas tareas para aligerar la carga de trabajo temporalmente, o renunciar a tareas de alto estrés.
- Hacer que el ambiente de trabajo sea más agradable, por ejemplo, si la oficina es ruidosa, pedir un lugar más tranquilo para trabajar de modo que pueda concentrarse, o si se siente aislada, pida trabajar cerca de los compañeros de trabajo.
La depresión puede llevar a ausentarse del trabajo, es importante que el retorno al trabajo sea participativo, para ello es vital que entre empleados y empleadores exista contacto para facilitar la vuelta al trabajo. Acordar un horario y una forma de contacto, en la agenda pueden incluirse temas como: actualización sobre el tratamiento y el progreso de la recuperación, qué se va a decir a los colegas/clientes sobre la ausencia de esta persona, que el trabajo se está llevando a cabo, dar a conocer que se extraña a la persona en baja, y discutir las fases en que se dará la vuelta al trabajo.
Cynthia Montesinos
Referencias: European Depression Association (2013). Depression a guide for employers and employees. Recuperado de www.europeandepressionday.com García-Herrera, B., Nogueras, E., Muñoz, F., y Morales, JM. (2011). Guía de práctica clínica para el tratamiento de la depresión en Atención Primaria. Distrito Sanitario Málaga-UGC Salud Mental Hospital Regional Universitario “Carlos Haya”. Málaga: Edita: Servicio Andaluz de Salud. Lagerveld, S., Blonk, R., Brenninkmeijer, V., Wijngaards-de Meij, L., & Schaufeli, W. (2012). Work-focused treatment of common mental disorders and return to work: a comparative outcome study. Journal of Occupational Health Psychology 2012,17 (2), 220-234. Doi: 10.1037/a0027049. Organización Internacional del Trabajo (2013). La prevención de las enfermedades profesionales. Suiza: Edita Organización Internacional del Trabajo. Recuperado de http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—ed_protect/—protrav/—safework/documents/publication/wcms_209555.pdf Villamarin, S. y Castilla, C. (2013). Claves para manejar la depresión en el ámbito laboral: Día europeo de la depresión. Infocop 2013, 63, 19. Si te ha gustado este artículo, compártelo en las redes sociales:
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