Titulada en su origen estadounidense “Eternal sunshine of the spotless mind”, traducida literalmente como “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos”. A mí particularmente me gusta este original título, no sólo por su atractiva intrincada semántica, sino porque además, invita al espectador a ir generando “posibles” argumentos.
Esta obra puede resultar algo confusa por su estética. El director juega continuamente con los contrastes visuales y nos lleva de lo onírico a la realidad, de lo real a lo irreal. Durante el largometraje debemos esforzarnos por generar un hilo temporal sobre lo que observamos en la pantalla. Cada contexto, detalle, color, objeto, puede darnos pistas y desenlaces. Una película para los amantes de los misterios.
Todo comienza con la aparición de Joel Barish, interpretado por Jim Carrey, una persona tímida, con dificultades para establecer contactos sociales, algo melancólico y con una mirada que va más allá de la superficialidad de las cosas. Su estado psicológico de partida parece ser el resultado de una relación amorosa fracasada y rayada en sus expectativas.
Otro personaje troncal que hace aparición pocos minutos después es Clementine Krucysnki, interpretada por Kate Winslet, un polo radicalmente opuesto (en apariencia) a Joel. Una mujer extravertida, con iniciativa y que irradia impulsividad a chorros. El cambio constante de su tono de pelo puede ser un indicativo de su postura frente a la vida, “me aplico la personalidad en pasta” argumenta el personaje durante la película.
La fábula nos complica comprender el “antes y después” de cada pieza, y nos obliga a ir desmenuzando el ahora. Como posibles pistas de la continuidad temporal tenemos los cambios de color de pelo de la protagonista Clementine, que pasan por el verde, rojo, naranja y azul.
Otros personajes de relevancia que se suman en la película son Patrick, Dr. Howard Mierzwiak, Mary y Stan, los funcionarios de una clínica a la que acudirán en momentos distintos los protagonistas principales, y que son el punto de conflicto de la película.
La historia nos mostrará como Joel y Clementine encontrados contextualmente en una fiesta en la playa comienza forjando una relación que acabará estableciendo una pareja. El tiempo y los conflictos naturales producen un deterioro sobre los pilares que constituyen su amor. Clementine decide en su esperada impulsividad acudir a la clínica del Doctor Howard para borrar los recuerdos que contiene de su relación con Joel, en un intento desesperado por comenzar de nuevo. Joel decide no quedarse atrás, y a modo de revancha, acude a la clínica para someterse también a dicho proceso. El protocolo habitual de la clínica pide para ello que lleven todo objeto o recuerdo físico que mantenga correspondencia con la relación amorosa. De esta manera los clínicos son capaces de conformar el mapa de la memoria, sobre el que aplicaran la destrucción de cualquier organismo de experiencia o lo vivido por ambos.
La belleza principal de la película reside en la filosofía de las emociones más negativas, el sufrimiento, el orgullo extremo y el miedo que muchas veces puede alojarnos en extraños senderos. Por otro lado, nos revela el espíritu humano que se resiste a olvidar, que lucha por recuperar el sentido, que tiende a la condición normal.
Durante la película cuando Joel se somete al borrado de memoria, es consciente de cómo cada uno de sus recuerdos va diluyéndose en “la nada”. Con la Clementine que persiste en su cabeza recorre cada diapositiva de su vida conjunta, cada atmósfera que representó su vida junto a ella. Tras darse cuenta del desvanecimiento de lo que fue para Joel un tesoro (independiente del resultado final) decide oponerse a la intervención desde el estado onírico en el que se halla inmerso durante la práctica de borrado. En su mente, Joel, coge a Clementine por la mano e intenta escapar con ella por cada paraje de su mente, buscando un refugio para esconder el valioso recuerdo.
Este momento de la película supone para mí lo más hermoso, porque nos alejamos del clásico emotivo drama para irnos a estructuras que van mucho más allá de una relación de amor, ahondamos en una complicada interpretación de los hechos y de la mente humana. El largometraje atrapa en ese momento porque se convierte en pura poesía, acorta la respiración y humedece los ojos en cada momento de lucha por no olvidar, aquí, el espectador puede abstraerse en su propia vida y evocar cada valioso período encriptado en su mente.
Nos invita a preguntarnos: ¿llegarán a existir tales prácticas mentales de borrado?, y si tuviéramos la opción, ¿lo haríamos?, ¿nos serviría de algo?, ¿sobreviviría el ser humano a tal droga?, ¿nos convertiríamos en débiles almas con la necesidad de borrar cualquier evento doloroso?…
En definitiva, es una película que merece la pena filtrar por nuestros sentidos y merece ser vista aplicando en ella nuestro propio bagaje en este terreno. Cerrar los ojos y recordar cada hecho o recuerdo relevante en nuestras particulares historias de amor. Cada recuerdo compuesto por VISTA, GUSTO, OLFATO, TACTO, OIDO. Sumergirnos en sucedáneos emocionales del pasado, que dan forma actual, sentido actual, comprensión actual.
Como aperitivo les dejo alguna de las frases que componen la historia:
* Pensamientos al azar para el Día de San Valentín, 2004.
La celebración de hoy fue inventada por los fabricantes de tarjetas para hacer sentir mal a la gente.
Hoy no fui a trabajar.
Tomé un tren a Montauk.
No sé por qué.
No soy una persona impulsiva.
Supongo que esta mañana me desperté con miedo.
*¿Por qué me enamoro de cada mujer que veo que me presta un poquito de atención?
*¡Mira aquí afuera! Todo se desmorona.
* Te estoy borrando y estoy feliz.
Tú me lo hiciste primero. No puedo creer que me hayas hecho esto.
¡Maldición! ¡Clem!
¿Me oíste? ¡Te habrás ido por la mañana!
¡El final perfecto para esta historia de ******!
* Podría morirme ahora mismo, Clem. Soy feliz.
Nunca antes sentí eso. Estoy justo donde quiero estar.
* Hablar todo el tiempo no necesariamente es comunicarse.
* Es doloroso pasar tanto tiempo con alguien, solo para descubrir, que es un desconocido.
* Por favor, déjame conservar este recuerdo… solo este.
* No soy un concepto. Soy una chica jodida que busca la paz mental.
* La felicidad y el amor son lugares donde uno desea estar siempre y donde a uno no le importaría terminar muerto.
* Y yo me aburriré de ti y me sentiré atrapada
porque eso es lo que me suele pasar…
*»Regresa e inventa una despedida, al menos finjamos que tuvimos una…»
*¡Escóndeme en tu mayor humillación!
* «Encuéntrate conmigo en Montauk».
*-Aun después de eso, seguía pensando que salvarías mi vida.
-Lo sé.
-Sería distinto, si solo pudiéramos intentarlo otra vez.
-Recuérdame. Haz todo lo posible. Tal vez podamos.
*Clem: ¿sabes que queda poco, no?
Joel: sí.
Moisés Bermúdez Hernández
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Carlos says
Interesante mirada, y enfasis en lo medular, que compartiré seguramente, …la veré.